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Restauración
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Senda
de los cetáceos
El cachalote de Morro Jable.
El proyecto para la recuperación y posterior exhibición pública del
esqueleto de un cachalote macho de 14,5 metros de longitud y más
de 16.000 k de peso varado en la costa de El Granillo el 15 de diciembre
de 2004 fue un encargo de la Conserjería de Medio Ambiente del Cabildo
de Fuerteventura y el Ayuntamiento de Pájara. Una vez concluyeron los
trabajos de veterinarios y biólogos, los restos óseos se
trasladaron al taller de la Estación Biológica de La Oliva
para su estudio y preparación. Terminados los trabajos la escultura
natural se expuso públicamente en una zona ajardinada de la Avenida de
Jandía en Morro Jable, donde fue oficialmente inaugurada el 9 de marzo
de 2006. Desde esta fecha el ejemplar ha estado expuesto en condiciones
adecuadas aunque el tiempo trascurrido, la fuerza de los últimos temporales
y sobre todo, los daños ocasionados de forma deliberada, o en algún caso
accidental, lo han afectado de forma notable.
En
estos años hemos realizado restauraciones parciales especialmente sustracción
de dientes y rotura de la aleta izquierda como consecuencia de un balonazo.
Por similares motivos a principios de 2008 se produjo la caída del estenón.
La pieza ósea desprendida tiene un peso de 40 Kg. Por otra parte, la escultura
natural carece de cartelería o mesa interpretativa que aporte información
sobre el proyecto Senda de los Cetáceos en Fuerteventura y sobre las peculiaridades
de la especie que se expone
Teniendo en cuenta el valor patrimonial del espécimen y el elevado numero
de visitantes que se aproximan al cachalote para observarlo y fotografiarse
junto a el, la Reserva de la Biosfera y el Ayuntamiento de Pájara
han considerado necesario abordar la restauración integral del esqueleto
reponiendo las piezas desprendidas, dañadas o sustraidas.
Estado
del ejemplar:
Tras permanecer más 10 años al exterior, a escasa distancia del
mar, expuesto a viento y salitre de forma diaria, y de haber aguantado
varios temporales, el esqueleto de cachalote necesita un completo trabajo
de restauración a fin de mejorar su aspecto externo y garantizar su conservación
En la revisión general realizada hemos observado que la presión del viento
y el peso del ejemplar han deformado ligeramente la estructura de acero
que sirve de soporte al esqueleto, originando el desplazamiento en las
vértebras caudales y produciendo daños en varias costillas. También se
ha producido la rotura del proceso neural de la 4ª vértebra caudal, a
la altura de la segunda columna de apoyo.
La cabeza se mantiene en buen estado aunque por su envergadura y morfología
produce un efecto pantalla ante el viento que le hace acumular arena.
Esta tierra humedecida por las relentadas ha formado una capa de barro
fuertemente adherida en varias zonas del cráneo. En la mandíbula resulta
muy evidente la falta de dientes y las roturas ocasionadas al extraerlos.
Al menos 20 de ellos han sido sustraídos. Las aletas pectorales se encuentran
seriamente dañadas y una, la aleta pectoral derecha, esta desprendida.
 Arriba:
perdida de hueso mandíbular y dientes. Abajo: fractura de
3ª costilla izquierda
y desprendimiento de la 9ª derecha.
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